Rusia.
Marzo del 2012. (Agencia Internacional de Noticias RT). Pese
a as numerosas amenazas estadounidenses de desencadenar una guerra contra Irán, todavía no lo ha hecho y los
expertos indican que se debe a varios motivos. ¿La primera economía mundial
tiene miedo o carece de los recursos necesarios?
Una partida de póker para
EE. UU.
Expertos occidentales
comparan las relaciones internacionales con un juego de póker donde gana el que
mejor conozca el arte del engaño y a través de ese prisma ven el comportamiento
de EE. UU. e Israel que periódicamente se muestran dispuestos a lanzar un ataque militar contra
Irán.
En este contexto, el portal
ruso oilru.com efectuó un análisis de las causas que detienen a los belicistas.
La revista Foreign Affairs en la primera edición de 2012 publicó un artículo
bajo el título 'Es hora de atacar a Irán' (Time to attack Iran) de Matthew
Kroenig, profesor de la Universidad de Georgetown e investigador de
seguridad nuclear del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
El artículo generó un gran
número de respuestas de los expertos que demuestran que ahora no es el momento
adecuado de atacar a Irán.
Los pros y contras de un
ataque a Irán
Los opositores indican que
el periodo de transformación de la capacidad del país para enriquecer uranio y
desarrollar la bomba atómica tomará por lo menos un año, más el tiempo que
demanden las pruebas de armas nucleares y la fabricación de portadores.
Teniendo en cuenta el hecho
de que todas las instalaciones nucleares de Irán son conocidos y están bajo el control
del OIEA, el proceso de producción de armas nucleares por la República islámica
sería suficientemente largo y permitirá a la comunidad internacional preparar
una respuesta adecuada, incluyendo el uso de la fuerza.
Una opción propuesta es un
ataque aéreo a las instalaciones iraníes, sin una operación terrestre e incluso
sin ningún plan para derrocar al Gobierno. Pero para el presidente Mahmud
Ahmadineyad -según quienes se oponen a la guerra-, el programa nuclear y la
oposición a EE. UU. son la base de la ideología y la política, por lo
que tales intentos de realizar ataques de alta precisión serán iguales a
un intento de destruir el régimen.
Además, las
declaraciones de los políticos y funcionarios israelíes sobre la posibilidad de
un ataque preventivo contra Irán, que se complementan con las palabras de la
Casa Blanca sobre el derecho de Israel a defenderse, imposibilitan las
negociaciones entre Washington y Teherán, afirman los expertos.
¿Superioridad de fuerzas?
Los analistas citan una
serie de razones que obligan a EE. UU. a contener su "ímpetu bélico".
En primer lugar, es la falta de confianza por parte de Washington de que la
guerra no sea prolongada y destructiva y las pérdidas no excedan el nivel
permisible.
Otra razón se asocia con la
financiación de un nuevo conflicto armado. Por supuesto, EE. UU. puede imprimir
dinero adicional pero su deuda
nacional ya supera el 100% del PIB (15,3 billones de dólares), indican
los expertos. Además, se convertirá en una carta de triunfo en las manos
de la oposición en el Congreso. Y recaudar fondos para las operaciones
militares de los aliados, al igual que lo hizo Bush padre durante la operación
'Tormenta del Desierto' en 1991, es poco probable hoy en día.
La mayoría de los expertos
coincide en que un ataque a
Irán no sería suficientemente eficaz para detener el programa
nuclear. Por eso Occidente confía en el efecto que tendrán las sanciones
económicas.
Al mismo tiempo los expertos
afirman que su eficacia puede ser socavada por el hecho de que este 2012
es un año de elecciones presidenciales y la cuestión iraní ya se ha convertido
en una parte integral de la retórica electoral estadounidense.
"Digan lo que digan los candidatos presidenciales de EE. UU., la cuestión iraní será demasiado importante para no tocarla en sus discursos y será demasiado complicado resistir la tentación de resolverla por la vía militar", afirman los expertos citados por oilru.com.
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