Jaime García/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., septiembre de 2011 (NOTYMAS).- El titular de la Secretaría de Salud en el estado Lázaro Mazón Alonso, reveló que pese a que las escuelas ya retiraron en su totalidad la comida chatarra, el programa de combate a la obesidad no ha podido avanzar debido a que los padres no han cambiado los hábitos alimenticios y siguen dando a sus hijos refrescos y frituras.
Recordó que iniciaron con la campaña en contra de la obesidad desde la misma Secretaría que él encabeza, la cual fue calificada como la más pesada, debido a que la mayor parte de su personal sufre de sobrepeso.
El funcionario estatal dijo que es de mucha preocupación la situación por la que cruza la salud de los guerrerenses, principalmente de los infantes a quienes hasta la fecha no se les ha eliminado el consumo de comida chatarra.
Mazón Alonso sostuvo que el noventa por ciento de las escuelas han cumplido con retirar la comida chatarra de las cooperativas, pero que lamentablemente quienes no están apoyando al combate a la obesidad son los padres de familia.
Explicó que los pequeños cuando llegan de la escuela a sus hogares vuelven a consumir refrescos y todo tipo de frituras lo que no ayuda en nada a la campaña de combate a la obesidad, ni las medidas que están tomando los centros educativos.
Indicó que es necesario que los padres de familia tomen con seriedad lo que está pasando porque de lo contrario en menos de seis años, ya no habrá médicos y enfermeras suficientes que puedan atender personas que hayan desarrollado infinidad de enfermedades a causa del consumo de comida chatarra. (NOTYMAS)
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