Acapulco, Gro., noviembre del 2016 (IRZA).– A raíz de la
inseguridad que se vive en Guerrero, durante los últimos cuatro años se
incrementó la demanda de seguridad privada para micro y pequeñas empresas que
son víctimas de extorsiones o cobro de piso, sostuvo Joaquín Badillo Escamilla,
presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada en esta entidad.
Badillo Escamilla
añadió que a partir del año 2013 la demanda de seguridad privada creció un 20
por ciento, mientras que al año siguiente la cifra subió al 45 por ciento y
desde finales del 2015 a la fecha las solicitudes se incrementaron hasta un 70
por ciento, “porque lamentablemente no están dando resultado positivo los
operativos de seguridad que llevan a cabo los tres niveles de gobierno”.
Refirió que “la
adquisición de sistemas de alarma y circuito cerrado de televisión aumentaron
un 70 por ciento, al igual que la vigilancia con personal armado para el
resguardo de negocios, mientras que el servicio de guardias blancas (no
armados) también observó un incremento del 50 por ciento en los últimos 12
meses”.
El también presidente
del Consejo Coordinador Empresarial (CCE-Acapulco) ubicó taquerías, carnicerías,
pollerías y otros pequeños establecimientos comerciales donde fluye diariamente
el dinero en efectivo, como los principales solicitantes del servicio de
seguridad privada, “porque son los blancos favoritos de los delincuentes para
las extorsiones y cobrarles derecho de piso”.
Indicó que “los
empresarios sólo contratan los servicios de seguridad privada cuando ya fueron
víctimas de alguna extorsión o cobro de piso. No lo hacen antes porque
consideran que es un gasto y no una inversión para cuidarse ellos y sus
negocios”.
Agregó que Acapulco
encabeza la demanda del servicio de seguridad privada, con un 70 por ciento,
seguido por Chilpancingo con el 20 por ciento, e Ixtapa-Zihuatanejo con el 10
por ciento restante.
El empresario lamentó
que en la misma medida en que se disparó la demanda de este servicio, también
se incrementó el surgimiento de “empresas patito” que ofrecen este beneficio
sin estar regulados por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), no pagan
impuestos y no tienen personal capacitado y certificado para desempeñar esta
actividad.
Dijo que en el Estado
existen 75 empresas de seguridad privada que están debidamente registradas y
certificadas por las autoridades, pero lamentablemente hay un número similar de
negocios patito que han surgido de la noche a la mañana por el incremento en la
demanda del servicio.
Y abundó: “esos
negocios generalmente son manejados por ex policías o ex trabajadores de
empresas formales de seguridad, que ofrecen sus servicios a precios muy bajos
para poder ganarse a los clientes”.
Apuntó que mientras
una empresa formal de seguridad privada ofrece los servicios de guardias
blancas (sin armas) en precios que oscilan entre los 8 y 10 mil pesos al mes,
los negocios patitos cobran entre 4 y 6 mil pesos, en tanto que para un
servicio con personal armado el costo es de 15 mil pesos. Los otros negocios
cobran 10 mil pesos, a pesar de no contar con el permiso correspondiente para la
portación de arma de fuego.