En las preferencias, 38% prefiere a Peña Nieto,
22% a Vázquez Mota; 18% a López Obrador y 1% a Quadri, con 21% de mexicanos
que no responden la pregunta electoral. Lo anterior significa que en la
semana de referencia EPN baja dos puntos que son prácticamente trasladados
a quienes no respondieron la preferencia electoral.
Al convertir esa preferencia "bruta"
a una preferencia "efectiva" donde no se considera a quienes no
responden la preferencia, tenemos a EPN con 48%, JVM 28%, AMLO 23% y GQT
1%, lo que implica una disminución de 2 puntos para el puntero EPN que se
reparten en incrementos de 1 para JVM y 1 para AMLO (aunque en realidad
también GQT gana unas décimas importantes).
1 de cada 6 ciudadanos en el padrón electoral
son jóvenes que no tuvieron oportunidad de votar en 2006; en ellos las
preferencias son 39% para EPN; 17% para JVM; 15% para AMLO y 2% para GQT
(en este grupo es donde mayor no respuesta hay con 27%). Por el contrario,
la población mayor de 50 años tiene una preferencia de 35% para EPN pero
aquí el segundo lugar es ocupado por AMLO con 21% y JVM con 20%.
Casi 2 de cada 3 ciudadanos dice que al votar
lo harán sin diferenciar el voto y en ese sentido la preferencia para
diputado favorece a la alianza PRI-PVEM con el 37% seguido del 21% para el
PAN, 15% para los partidos aliados en la izquierda y 1% para PANAL (27% no
responde). En preferencia efectiva el PRI-PVEM baja de 53% a 51%, el PAN
sube de 27% a 28%; PRD-PT-MC sube de 19% a 20% y PANAL se mantiene en 1%.
35% de los mexicanos se dice "muy
interesado" en ver el debate del 6 de mayo lo que puede augurar una
alta audiencia; Los más interesados en ver el debate son los que prefieren
a AMLO (43%) y a JVM (42%) ligeramente arriba del 39% de los simpatizantes
de EPN que dicen querer verlo. Por su parte sólo 31% de los que hoy
votarían por GQT dice que le interesa verlo. Los votantes que tienen
preferencia dura están claramente más interesados (69%) que quienes
muestran una preferencia volátil (18%).
A la pregunta de quién ganará el debate, es
claro que cada ciudadano quiere ver ganar (y muy probablemente así lo verá)
al candidato que prefiere, así 71% de los simpatizantes de EPN dicen que él
ganará; 66% de los simpatizantes de JVM dicen lo mismo para ella y 68% de
quienes prefieren a AMLO no dudan que él gana el debate.
De la misma manera cada quien opina que el
candidato que prefiere será quien haga más propuestas, incluyendo en esa
opinión a los simpatizantes de GQT que dicen que será él el más
propositivo. Por otro lado todos los grupos tienen la impresión de que AMLO
será quien más ataque en el debate, salvo los simpatizantes de él que
opinan que será JVM quien hará más uso de ese recurso. Al final, 20% de
quienes tienen mucho interés en ver el debate dicen que este puede hacerlos
cambiar de opinión. Además de este reporte pueden ser consultados
varios estudios de forma gratuita en www.consulta.mx
GUÍA PARA LEER ENCUESTAS PREELECTORALES
EN PERIODOS DE CONFUSIÓN
En todas las democracias modernas se presenta
la discusión sobre las encuestas en épocas electorales, durante años se ha
argumentado a favor o en contra sobre su pertinencia, su metodología, su
influencia, la necesidad de regularlas y muchas otras cosas que han
contribuido, y mucho, a desarrollar un mercado de especialistas cuyo tamaño
depende de la demanda en cada país.
Llamaré en este documento “período de
confusión” a momentos en los que aparentemente los resultados de encuestas generadas
por empresas confiables no coinciden, esto no es lo mismo que la “guerra de
encuestas” donde se usan datos de empresas no confiables para contrarrestar
informaciones no favorables.
Cuando todas las encuestas marcan resultados
similares e indican escenarios con alta probabilidad de ocurrir (es a lo
que más acerco a las encuestas como parte de un “pronóstico”, sólo como
generadoras de “escenarios probables”) podemos decir que la discusión pasa
a otros niveles, se debaten los “por qués” y los “qué sigue”.
El problema inicia cuando cada candidato,
partido o medio de comunicación defiende a UNA encuesta como la mejor y le
asigna características como la “más precisa” la “más imparcial” o la “más
seria”, eso no existe, las encuestas, al estar basadas en un método
probabilístico están sujetas a fluctuaciones a veces ajenas al encuestador.
En el presente documento expongo un método para encontrar el “mensaje” que
nos mandan las encuestas preelectorales incluso en un ambiente de
confusión, creado de forma natural o motivado dolosamente por alguno de los
candidatos.
Para aplicar el método se requiere primero la
existencia de un mercado de encuestadores, que no exista el “monopolio de
la verdad” y que exista además un período de discusión que lleve a
homogenizar aspectos que reduzcan las diferencias causadas por errores no
muestrales, eso se hará en el punto mostrado más adelante. Más www.consulta.mx
Los cuartos de guerra en la tercera semana
Artículo de Roy Campos publicado en El
Economista
Éste es un ejercicio de ficción, no tengo
acceso a ninguno de los cuartos de contienda de los candidatos a la
Presidencia de la República, pero sí tengo acceso a la información pública
sobre el desarrollo de las campañas, así que me di a la tarea de suponer lo
que pueden estar pensando en cada uno...
a) Andrés Manuel López Obrador. Tienen
sentimientos encontrados, por un lado ven que su campaña ha funcionado, que
no han cometido errores, que su estrategia no se ha tenido que modificar y
que han logrado dos cosas importantes...
b) Josefina Vázquez Mota. Dos cosas deben estar
presentes: por un lado, no están sorprendidos por los resultados, y por
otro, tienen una gran preocupación. Saben que la primera etapa de su
campaña fue muy mala, llena de tropiezos; lo del estadio vacío fue sólo el
principio de una cadena de equivocaciones comunicacionales que no podían
parar; anunciaron su cambio de timón, su cambio de equipo, su cambio de
estrategia, generaron expectativa y, en una estrategia de ignorar a López
Obrador le, pegan a Peña Nieto en su principal promesa de campaña.
c) Enrique Peña Nieto. Sobra decir que este
equipo debe ser el que más tranquilo está; plantearon una campaña de
“mantenimiento” y les ha funcionado. Asumen los menores riesgos posibles y
separan las funciones, tienen a su candidato en un recorrido real y virtual
por todo el país en el que no sólo establece compromisos locales sino que
insiste en que no repetirá una elección que divida a los mexicanos, de
hecho, en un spot establece ése como un nuevo compromiso, no atacar para no
dividir.
d) Gabriel Quadri. Como antes lo he dicho, es
el candidato “más libre”, incluso de las ataduras que le podría imponer la
ideología de su partido; por lo que ha afirmado, parece que su condición de
poder declarar lo que piensa es real, ningún otro partido tendría un
candidato que hoy declarara héroes nacionales a los empresarios, que
propusiera legalizar la droga, poner IVA a medicinas y alimentos o muchas
otras ideas que, estando de acuerdo o no con ellas, muestran a un político
valiente con la paradoja que le puede alcanzar para 2% anhelado por su
partido
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